sábado, 8 de enero de 2011

Primero del año - Bono: Receta de Chupe

Comienza enero, mes del ratón. Un lunes de treinta días, porque el primero suele pasar tan rápido que no puede contarse.

En la ciudad el tiempo transcurre lentamente durante tal vez los primeros diez días, hasta que los colegios nos fuerzan a todos a volver a la rutina y al tráfico. Pero, hasta que no ocurra y no llegue el resto de la marabunta, son buenos para aprovechar una ciudad más humana, si no fuera porque buena parte de los lugares a donde ir también han cerrado por vacaciones.
Los primeros días del año sirven también para desintoxicarse de los excesos de tanta comida y bebida pesadas; porque otro gran acompañante de la época suele ser la resaca o ratón. Para el ratón, no hay como una sopa con carácter: como un sancocho o chupe.
El chupe (s'il vous plaît, prononcée txchoupé) es una sopa cuyo origen es disputado por varios países andinos. En mi familia, como somos de origen gocho, es plato obligado desde siempre, y como decía es excelente para recuperarse de los excesos festivos.
Básicamente es una sopa de pollo o gallina - dependiendo del purismo con que queramos seguir la receta - a la que se le agregan varios ingredientes que más abajo iré contando. 

La gallina suele dar un caldo con más cuerpo (máxime si es vieja, según la conseja popular), pero el tiempo de cocción es también mayor, y la carne siempre queda más dura que el pollo. 
El caldo se monta como cualquier sopa, es decir, con aliños verdes como cilantro, cebollín, ajo porro, y lo que le deseen poner según la costumbre de cada familia. En lo que el pollo o gallina estén listos, se desmenuzan y añaden al caldo previamente colado.
Aparte se pican en dados varias papas (la recomendación es una grande por persona, y una más para la olla) y se ponen  en el caldo colado a hervir junto con el pollo, hasta que se ablanden.
El maíz es otro ingrediente clave. Normalmente funcionan dos latas grandes; una en granos y otra a la crema. Aunque también le viene muy bien mazorcas cortadas en ruedas de una pulgada de grosor, en cuyo caso es recomendable meterlas en la olla al principio, cuando se monta el caldo.
Casi al final se añade queso blanco firme, no muy salado, también cortado en dados y al final crema de leche que debe añadirse con la olla apagada, so pena de que la sopa se corte y quede de aspecto desagradable, aunque apta para comerse. Hay familias que prefieren poner el queso aparte al momento de servir para que no se derrita dentro de la olla.
Como decía, esta sopa es ideal para reconstruirse luego de cualquier noche de excesos, entre otras razones porque es bastante sana. Espero que el año que ya cuenta con una semana nos cumpla a todos nuestros anhelos de paz y progreso.