domingo, 25 de agosto de 2013

De vuelta a los Orígenes. Galicismos Tropicalizados


Ya este blog va a cumplir tres años. Por eso, y por ser Agosto el mes de mi tía Anita, quien me enseñó a comer sabroso, quiero volver por un momento a lo que fue el origen de este blog, que no es otro que hablar en clave de humor acerca de la forma particular que tenemos en nuestra tierra de interactuar con la buena mesa.

Otro Cordon Bleu pariente del que adorna la página principal de mi blog. La foto viene de http://www.pequerecetas.com/receta/cordon-bleu/

De cuando en cuando es bueno regresar de donde salimos. Ese es el origen de Gordon Blue, un nombre que siempre llamó mi atención, porque me parece que muestra la forma como con ese desenfado tan propio de nosotros, adaptamos los términos de la buena mesa a nuestro trópico local. Gordon Blue no es otra cosa que la adaptación criolla del Cordon Bleu, una receta pariente de las milanesas de pollo, rellenas con queso y jamón. 

El término Cordon Bleu, según el pariente culto Wikipedia, puede venir de la costumbre de una orden religiosa que se adornaba con listones azules, y que acostumbraba hacer opíparos condumios. Luego se convirtió en la academia normalizadora de los más altos estándares culinarios y escuelas de buena cocina, como la conocemos ahora.

Aquí, en la foto de nuestro pariente culto, el Instituto Cordon Bleu de París, según se ve en http://es.wikipedia.org/wiki/Le_Cordon_Bleu

Otro caso interesante de ese sincretismo lingüístico y cultural en que vivimos, me lo cuentan unos amigos que conocieron un plato en un restaurant de carretera llamado “Pollo al Vino Cocován”. Su origen claramente estriba en el Coq-au-vin.

Algo que siempre me ha encantado es nuestra relación con el queso gruyere fundido y mezclado con vino y kirsch. Unos lo intentamos llamar en un machucado francés “Fondue”; otros lo llaman “fondiú” y algunos otros símplemente “fondí”.

Otro término interesante es “Piré”. No en su moderno significado, de la primera persona en pasado del indicativo para huir, sino la afrancesada manera de llamar a las papas majadas. Afortunadamente, la academia de la lengua desde hace tiempo aceptó el término puré.

Casi terminando la comida, no se me ocurre nada en el léxico criollo que demuestre sincretismo culinario en la denominación de los postres. Quizá el negro en camisa, de  chocolate y crema inglesa. Por causa de la Ley contra la discriminación racial, este postre debe llamarse ahora “Afroamericano en camisa”.

Este afroamericano en camisa viene de http://www.utilisima.com/recetas/10837-negro-en-camisa.html

Por último y luego del café, sería bueno un licor bajativo, que acá solemos llamar “Plus Café”, y que gracias al primo culto conocemos que viene del francés Pousse Cafe, que etimológicamente significa “empuja el café”. Que conste que no estoy hablando de ninguna vulgaridad criolla, se trata de un licor fuerte y dulce que tiene efectos digestivos, por lo que es bueno como corolario de una generosa comida.

Cada vez más me sorprendo al encontrarme colegas blogueros que escriben sobre temas similares al mío con mejores resultados. De uno de ellos coloco esta foto de un pousse cafe que se ve muy tentador y que me prometo algún día preparar.