sábado, 5 de mayo de 2018

¿Nunca les he hablado de helados? ¡Este es el momento!


El logo y el resto de las fotos son del sitio Facebook de Mannä

María De Lourdes y Carlos Teodoro son amigos muy cercanos, como primos, a quienes queremos desde siempre. No podía ser de otra forma: Charlie estudiaba con mi hermano en el colegio, y además era gran amigo de varios de mis primos. María de Lourdes comparte conmigo parientes, además de la profesión de abogado y la afición por la buena mesa.

En 2002, María de Lourdes y Charlie decidieron emprender un viaje de estudios por tan solo unos años, y terminaron en la hermosísima Barcelona y en la mejor expresión de que el hombre propone y Dios dispone se quedaron viviendo en la Ciudad Condal, Com Déu Mana.

Cuando decidieron reinventarse en su nueva ciudad, exploraron varios posibles negocios para decantarse finalmente en montar una heladería.  Para llevar a cabo este emprendimiento, María de Lourdes siguió varios cursos en Italia, cuna de la heladería de calidad, y donde se fabrican las mejores maquinarias para esta especialidad. Con el tesón, el cariño, y la profesionalidad que los caracteriza, instalaron en pleno barrio gótico de Barcelona su heladería.

Charlie y María de Lourdes

Parte de la decoración corrió por cuenta del admirado Roberto Weil: Se trata de un tríptico alusivo al Éxodo, el cual te recibe desde una de las paredes de la tienda: Los helados bajan del cielo, como la comida celestial del Pueblo Elegido. No les pregunté, pero estoy seguro que la gran mayoría de los paisanos que pasan deben tener que ver con esta pintura, pues Weil es inconfundible en sus trazos de caricaturista glosador de la realidad venezolana. Otra curiosidad que te recibe en la tienda es un Jack Sparrow tamaño natural que te mira a los ojos con su cara de loco.

El tríptico de Weil

Entrando en materia, las neveras se encuentran llenas de las creaciones de María de Lourdes y es aquí donde la cosa se pone seria: Un indeciso sufre ante la variedad de sabores, entre los clásicos que no pueden faltar en toda heladería -stracciatella, chocolate, mantecado, nutella, turrón - te aparecen sabores de nuestro trópico, sobre todo, de Venezuela, como el aguacate, la guayaba y el cacao. Otras variedades surgen para satisfacer las tendencias y necesidades modernas, como helados veganos y sin gluten, además de los brownies y las crepes.

Uno de los tantos helados de las neveras, en este caso stracciatella

La parte 2.0 de esta historia es que supimos del emprendimiento de los Itriago Viso a través de las redes sociales, de manos de su Community Manager Carlos Teodoro. Charlie, además de Arquitecto, Urbanista y Fotógrafo de calidad, se mueve como un pez en Facebook e Instagram , por lo que constantemente puedes ver sus historias en estas redes, más que todo demostrando que un buen helado es una verdadera fuente de sonrisas y Manna Gelats su fábrica.

Luego de haber llegado fácilmente a la heladería sin conocer Barcelona  gracias a Google Maps, en uno de los muy escasos días lluviosos en la ciudad, de pasar una tarde fabulosa con sus propietarios y de probar buena parte de sus existencias, me pareció esta una excelente oportunidad de sacar a Gordon de su hibernación:  ¡Larga vida a Manna Gelats!

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