El logo y el resto de las fotos son del sitio Facebook de Mannä
María De Lourdes y Carlos Teodoro son amigos muy cercanos, como
primos, a quienes queremos desde siempre. No podía ser de otra forma: Charlie estudiaba
con mi hermano en el colegio, y además era gran amigo de varios de mis primos. María
de Lourdes comparte conmigo parientes, además de la profesión de abogado y la
afición por la buena mesa.
En 2002, María de Lourdes y Charlie decidieron emprender un
viaje de estudios por tan solo unos años, y terminaron en la hermosísima
Barcelona y en la mejor expresión de que el hombre propone y Dios dispone se
quedaron viviendo en la Ciudad Condal, Com Déu Mana.
Cuando decidieron reinventarse en su nueva ciudad,
exploraron varios posibles negocios para decantarse finalmente en montar una
heladería. Para llevar a cabo este
emprendimiento, María de Lourdes siguió varios cursos en Italia, cuna de la
heladería de calidad, y donde se fabrican las mejores maquinarias para esta
especialidad. Con el tesón, el cariño, y la profesionalidad que los
caracteriza, instalaron en pleno barrio gótico de Barcelona su heladería.
Charlie y María de Lourdes
Parte de la decoración corrió por cuenta del admirado Roberto Weil: Se trata de un tríptico alusivo al Éxodo, el cual te recibe desde una de las paredes de la tienda: Los helados bajan del cielo, como la comida celestial del Pueblo Elegido. No les pregunté, pero estoy seguro que la gran mayoría de los paisanos que pasan deben tener que ver con esta pintura, pues Weil es inconfundible en sus trazos de caricaturista glosador de la realidad venezolana. Otra curiosidad que te recibe en la tienda es un Jack Sparrow tamaño natural que te mira a los ojos con su cara de loco.
El tríptico de Weil
Entrando en materia, las neveras se encuentran llenas de las
creaciones de María de Lourdes y es aquí donde la cosa se pone seria: Un
indeciso sufre ante la variedad de sabores, entre los clásicos que no pueden
faltar en toda heladería -stracciatella, chocolate, mantecado, nutella, turrón
- te aparecen sabores de nuestro trópico, sobre todo, de Venezuela, como el aguacate,
la guayaba y el cacao. Otras variedades surgen para satisfacer las tendencias
y necesidades modernas, como helados veganos y sin gluten, además de los brownies y las crepes.
Uno de los tantos helados de las neveras, en este caso stracciatella
La parte 2.0 de esta historia es que supimos del
emprendimiento de los Itriago Viso a través de las redes sociales, de manos de
su Community Manager Carlos Teodoro. Charlie, además de Arquitecto, Urbanista y
Fotógrafo de calidad, se mueve como un pez en Facebook e Instagram , por lo que
constantemente puedes ver sus historias en estas redes, más que todo
demostrando que un buen helado es una verdadera fuente de sonrisas y Manna
Gelats su fábrica.
Luego de haber llegado fácilmente a la heladería sin conocer
Barcelona gracias a Google Maps, en uno
de los muy escasos días lluviosos en la ciudad, de pasar una tarde fabulosa con
sus propietarios y de probar buena parte de sus existencias, me pareció esta una
excelente oportunidad de sacar a Gordon de su hibernación: ¡Larga vida a Manna Gelats!