Estamos a dos de diciembre. Mes con múltiples personalidades. Por ser el mes de la navidad y fin de año, los preparativos pueden hacerlo pasar exasperantemente lento, aunque también sorprendentemente rápido.
Las dos sensaciones pueden venir casi simultáneamente, con todo lo contradictorio que se pueda leer. Por las mismas razones diciembre es un mes de tráfico intenso en las calles, máxime si llueve como ha venido ocurriendo todos estos días.
- El pernil está muerto de la risa en mi freezer. Cada vez que lo abro parece mirarme con cara de reproche.
- He hablado poco de la creatividad culinaria del venezolano, más allá del título de mi blog y de contar mis intentos como suchero, me quedé en puro buche y pluma.
- No me he metido con un solo restaurant caraqueño, y mira que están malos y caros...
Pero quería poner algo en el blog, así sea este recordatorio que como un post it se queda en el timeline, para no olvidar algunas de las cosas que había prometido en el pasado, y que por lo tanto debo completar.
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